viernes, 25 de mayo de 2012


CEREBRO: IMAGINA-ON

         No hay computadora en el mundo que se iguale a nuestro cerebro, aún  siendo este utilizado en un escaso 10%  por la inmensa mayoría de las personas. Es gracias a él que somos seres humanos y nos hacemos conscientes de ello  porque  en su “materia gris” se posibilita la feliz unión de dos elementos; impulso e ideación.

         Los impulsos eléctricos que facilitan las ideas en nuestro cerebro hacen posible la razón, canal y fundamento de  la conciencia propia y necesaria para hacer posible  la vieja sentencia socrática: "una vida sin razonamiento es indigna del hombre".

         También la imaginación se desarrolla en nuestro cerebro y su complejo mecanismo nos es del todo conocido, pero la imaginación es básicamente una “re-presentación”, una nueva presentación de imágenes elaborada (parece ser) en el hemisferio derecho del cerebro humano. Mediante esa nueva presentación iconográfica elaborada por la imaginación, se hacen posibles diversas formas de ordenación de las realidades y, consecuentemente, su posterior modificación, transformación, alteración, etc.  Sin la “re-presentaciones” que constituyen la imaginación, no sería posible ningún tipo de conocimiento. 

         Podríamos decir que la imaginación  es el “start” o el “on” que pone en marcha el proceso creativo y mismo facilitar la posibilidad individual de organizar y reorganizar las percepciones, las experiencias, de alterar nuestras visiones, de poder ver el mundo de forma distinta, de facilitar una visión más clara de los problemas así como de poder buscar estrategias y soluciones ante los problemas diarios.

         Aunque no lo suficiente, el ser humano piensa y su pensar se rige por leyes que la imaginación construye. Así, podríamos decir que el razonamiento del pensamiento es también producto de la extraordinaria fuerza creadora de la imaginación. No hay creación posible sin antes ser procesada por la imaginación. Es a posteriori de la idea imaginada cuando podrán ser elaborados los bocetos, los planos o los mapas que faciliten la ejecución de las ideas; sin imaginación no hay progreso posible.


Mingos  Teixeira